El Imam Musa al Kazim (P).Martirizado en el mes de Rayab

Fue el séptimo Imam, tras la muerte de su padre Ya’far As Sadiq (P). Se lo conoció como “Al Kazim”, “El que reprime su enojo”, por su gran paciencia ante las dificultades que tuvo que soportar. Nació en una localidad ubicada entre La Meca y Medina llamada Abu’ua, un domingo 7 de Safar del año 128 del calendario musulmán. Su madre se llamaba Hamidat “la Andaluza”.
Vivió veinte años junto a su padre y luego asumió el Imamato por orden Divina y designación expresa de sus antecesores. Su Imamato duró treinta y cinco años, durante los cuales convivió con el gobierno de los califas Abbásidas Al Manzur, Mahdi, Hadi Y Harun Ar Rashid. Este último fue quien lo hizo apresar y finalmente lo mandó a envenenar mientras estaba en la cárcel. Murió un viernes 25 de Rayab del año 183. Fue enterrado en Bagdad, en un cementerio usado por los Quraishitas para los nobles de Bani Hashim, llamado “Maqbir Quraish”, lugar que hoy se conoce con el nombre de “La Puerta de las necesidades”.
El Imam Kazim (P) se dedicó a enseñar en Medina hasta el momento en que fue encarcelado. Se dice que él era el más noble de los hijos de Ya’far As Sadiq (P), el más sabio, desapegado, escrupuloso en las normas religiosas y devoto de las personas de su tiempo. Pasaba sus noches rezando y alabando a Dios, muchas veces hasta el alba, e incluso hasta el mediodía. Solía repetir: “¡Oh Dios! Te pido tolerancia en el momento de la muerte y el perdón el Día de la Resurrección”.
Acostumbraba a llorar por temor a Dios hasta el punto que su barba se mojaba con sus lágrimas.
Era el que poseía mayor conocimiento en jurisprudencia islámica, el más noble de espíritu y el más generoso. Era muy amable con su familia y sus parientes. Solía repartir abundantes limosnas .Acostumbraba visitar a los pobres durante la noche, cubriendo sus necesidades sin que ellos supieran de dónde les llegaban las provisiones. Solía viajar siempre con 200 o 300 dinares para repartir en caridad.
Se reporta que él era el más versado de los eruditos en el Libro de Dios y el de mejor voz para su recitación. Dicen que cuando él lo recitaba, la gente se detenía a escucharlo, se ponía triste y lloraba por el efecto que tenía en ellos.
También fue apodado “El ornato de los que pasan la noche en oración”, y “Al Amin” (el fiel). Se lo conoce como Abu al Hasan y también con el nombre de Abu Ibrahim, Abu ‘Alí y Abu Saleh.

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